Como se está demostrando con esta crisis mundial, las políticas neoliberales han fracasado. Hemos caido en el error de entrar en su juego quitandole poder a los gobiernos de estados democráticos. Creo que, al igual que en la construcción europea, hemos empezado la casa por el tejado, yendo demasiado rápido en el proceso al globalizar determinadas materias tan decisivas en nuestra vida, como es la economía. Hemos caído en la trampa de darles a las empresas un mercado global sin haber creado antes un "gobierno global" democrático (esta palabra es fundamental) que lo regule. Los supuestos organismos internacionales como el FMI, ONU, OMC, etc, no son elegidos por una ciudadanía mundial en unas elecciones democráticas, sino por unos políticos que a veces no sabemos muy bien a quienes representan.
Debemos obligar a las empresas que quieran vender en nuestros países, a someterse a un gobierno democrático elegido por sus ciudadanos, que a su vez son los consumidores de esas empresas. Si las empresas producen sus productos en países que no respetan las mismas reglas de nuestro llamado “Estado del bienestar”, que deberían respetar si producen en nuestro país (derechos humanos, derechos de los trabajadores, impuestos, respeto al medio ambiente, no-explotación infantil, inclusión de los discapacitados, etc), nos estamos haciendo un grave perjuicio como sociedad y terminaremos perdiendo los logros que tanto nos han costado conseguir.
Hagámonos las siguientes preguntas:
¿Quiénes se benefician de la globalización de la economía sin control gubernamental?
¿Qué ideología política ha sustentado esta desregulación?
¿Podemos competir los trabajadores de un “Estado del bienestar” con los trabajadores de los países sin derechos ni políticas sociales en un mercado laboral global?
¿Qué debemos globalizar primero: la democracia-derechos humanos o la economía?
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